Hace tiempo que las zapatillas deportivas se saltaron los límites de los terrenos de juego para convertirse en un básico imprescindible en cualquier armario. Las cambiantes leyes de la moda permiten, además, llevarlas a capricho y (casi) a cualquier parte: tan posible es combinar unas zapatillas de running con un vestido elegante, como ponerte unas botas de basket con tu mejor traje.
Con el auge de conceptos como el business casual (ese concepto que ahonda en acudir a trabajar de forma cómoda), las zapatillas no solo no han conquistado territorios hasta entonces solo destinados al deporte, han logrado terminar con la dictadura del traje y han conseguido posicionarse como verdaderos objetos de culto. Da igual el adjetivo que les acompañe –blancas, de rebajas, chunky o ugly– las deportivas para hombre han llegado a conquistar al mercado del lujo haciéndose un hueco elementos estrella de las colecciones de firmas como Dior o Prada, entre otras.
Somewhere around the turn of the 21st century, suit stylings started becoming a bit more casual. Fashion enthusiasts know that wasn’t the first time. Past the kitsch of a leisure suit and New Wave androgyny, the 2000s dressed down this suddenly slimmer garment with T-shirts, sweater knits, and trainers. It’s a novelty look that hasn’t worn off, no matter if you spotted it on the red carpet or in a video for an indie band that hasn’t had a hit over the past decade. Rather, dress trainers – or dress sneakers, depending upon where in the world you are – have transitioned from an upscale louche statement into a corporate staple. Many of us haven’t properly been in an office in months, if not the past year, but you still know what we mean. You see your co-workers in ironed chinos wearing a pair of smooth leather monochrome trainers with a rounded toe. Perhaps they’re Stan Smiths, from Cole Haan, or a lesser-known brand like Koio that appears to specialise in this specific, minimalist silhouette.
¿Qué es una zapatilla deportiva para vestir?
Afortunadamente todo ha evolucionado mucho y lejos queda ya relacionar zapatos deportivos de vestir con la imagen Emilio Aragón con esmoquin y Converse.
Este tipo de calzado se adapta perfectamente a un protocolo informal pero sin olvidarnos nunca que llevamos unas zapatillas de deporte. En otras palabras NO se te ocurra ir a una reunión formal con este tipo de calzado, ulilizalas cuando el ambiente sea serio pero distendido. Son zapatillas minimalistas generalmente en tonos oscuros (negro, marrón, azul medianoche) y sin añadidos ni logos, prácticamente monocromáticas, a veces incluso con la suela del mismo color.
La suela en este caso es un poco más alta para dar más presencia aunque el detalle principal es el acabado: piel, textura y elementos lujosos para darle un toque nocturno y elegante a los trajes y los conjuntos formales para ir a la oficina.
En otras palabras, es llevar zapatillas de deporte sin que a los hombres se les vea como adolescentes.
There’s a time and a place for dress sneakers. Red carpet appearances, band performances, and even smart-casual offices? They fall within the spectrum of appropriateness. . You almost wonder if he was expecting the camera to strictly pan from the waist up. At the same time, too, not every pair of trainers falls into the “smart casual” category. For starters, you’ll notice that this silhouette has a precisely flat heel with a straight sole unit. This format essentially excludes all athletic shoes and most skate shoes, except for maybe certain solid-colour pairs of Nike SBs. Secondly, the exterior elevates the average pair of trainers with solid-colour polished leather in a paneled arrangement, or suede for the next step up.
Textiles, if in a dark shade, are serviceable. Seams, here, are minimal and eliminate the blocky, two-tone appearance of most athletic and fashion trainers. Then, you’ll notice lines similar to a dress shoe’s, excluding the rounded toe. Lower heights skim the ankle, while taller high-top styles can be tucked under your chinos for more coverage. Outside of these qualifiers, bulk is absent – every pair gives off a slick, streamlined, and unobtrusive vibe. The shoes acknowledge that they’re not the centre of your outfit but provide a sufficiently modest exterior and comfortable construction that does its job.
Estos modelos se ve bien con pantalones de vestir y con trajes informales, pero también van con vaqueros o pantalones chinos. NUNCA los uses con pantalones cortos, porque en general son más formales y se te vera “raro"
Usa camisetas básicas unicolores, camisas o polos. Para un look un poco más destacado puedes optar por una pajarita y un blazer.
Se ven bien con trajes de cortes simples, uno de dos piezas azul o gris, y opta por zapatillas de lujo, de cuero, corte bajo, preferiblemente blancas o del mismo tono del traje. Asegúrate que los pantalones son de corte Slim, y que lleguen justo al tobillo.
Puedes optar por usar medias bajas, que queden escondidas, una camisa blanca, sencilla. Si vas a eventos formales puedes agregar una corbata, o poner un pañuelo de seda en el bolsillo del traje.
¿Cómo usar zapatillas de lujo?
Son zapatillas para vestirte bien, no pierdas el estilo confundiendo el look con el de las zapatillas básicas.
Si lo que quieres es destacar estas zapatillas en color negro es una buena inversión. Si tu presupuesto lo permite después compra de otros tonos.
Cuida muy bien las zapatillas. Si son de cuero o ante no las uses tan seguido y dale el lavado apropiado.
Opta por colores más claros para el verano.
When business casual is too formal but you can’t roll into the office in faded denim and a T-shirt, smart-casual holds the middle ground. It’s polished to a point and essentially a hybrid, semi-aspirational dress code. What you get is part comfort, part low-key business, and something versatile that you may actually want to wear once the weekend arrives. At the same time, smart-casual eludes the signifiers of true casual clothing through design and fit: Everything is precise, and pulling from a higher echelon of construction.
Hybrid menswear might sound like a buzzword, but we’ve all been dressing in it in some form over the past decade. It erases strong demarcations in wardrobes, bringing ease and comfort to the corporate suit, better style to the business casual polo and cargos, and quality to your after work and weekend garments. Essentially, dress sneakers are the paradigm of this concept and, if you tend to err more informal anyway, provide an alternative to traditional low-height dress shoes like loafers or monk straps.
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