Creedme, esta instalación digital no deja indiferente a nadie por su tremendo significado. Es una bandera de humo hondeando al viento. Humo negro ensuciando la atmósfera. Día y noche. Y lleva así desde principios del siglo XX; es decir más de 100 años.
La obra se llama Western Flag del artista irlandés John Gerrard y se ha convertido en un símbolo en todo el mundo contra el cambio climático. La impactante obra muestra el primer yacimiento de petroleo de 1901, se llamaba Lucas Gusher, y estaba situado en la localidad norteamericana de Spindletop (Texas). En la actualidad el yacimiento está ya agotado y el terreno árido y casi sin vida.
Es lo que le pasará a nuestro planeta si no dejamos de contaminar y lanzar Co2 a la atmósfera de manera incontrolada.
La obra la podeis ver a las puertas del Museo Thyssen y acabará el próximo viernes, el día en que se clausura la Cumbre contra el Cambio Climático de Madrid.
In conjunction with the United Nations Climate Change Conference (COP25) to be held in Madrid, the museum and Thyssen-Bornemisza Art Contemporary (TBA21) are presenting Western Flag (Spindletop, Texas)2017. This work by the Irish artist John Gerrard recreates the place where in 1901 the world’s first oil well, known as Lucas Gusher, was drilled at Spindletop Hill (Texas, USA), a place that is now barren and exhausted.
The installation, which belongs to the Thyssen-Bornemisza Art Contemporary collection, comprises a digital simulation in which a black smoke flag is projected over real images of Spindletop that transmit the changing atmospheric conditions there throughout the year. Gerrard’s work, originally created as a commission to mark Earth Day from the UK television station Channel 4, offers a critique of the exploitation and exhaustion of natural resources and of human beings’ key role in global warming.
Gerrard recrea digitalmente el paraje que acogió ese primer pozo petrolífero y crea una bandera de humo que hace visible la huella de CO2 invisible que sigue en la biosfera desde entonces.
Asegura que su obra es «un símbolo del mundo occidental, del voraz consumo de energía y del hiperacelerado orden económico mundial». «Es también un recordatorio de la lenta agresión ambiental a la biosfera que augura el oscuro legado de la supremacía occidental y el colonialismo», agrega recordado que «el mundo que se dice civilizado quema 36.200 millones de barriles de petróleo al año», y que «todos emitimos ese CO2 invisible y asesino»
La pieza, concebida hace dos años para conmemorar el Día de la Tierra, llega en España con su formato más espectacular, –una docena de metros de altura– después de haber pasado por diversas ciudades del mundo.
Originally commissioned to commemorate Earth Day, Western Flag (Spindletop, Texas) 2017 releases a constant stream of black smoke into the sky. The smoke is a marker for pollution, exhaust, CO2 emissions, and other volatile gaseous particles entering the earth’s atmospheric cover. It stands for everything that is fuelled by fossil organisms that contain energy originating in ancient photosynthesis stored in the earth’s crust: first coal, then petroleum and natural gas. For Gerrard, the black flag made of smoke is a symbol of the Western world, of its energy-devouring and hyper-accelerated economic world order. It is also the marker of the slow environmental violence directed at the biosphere, hinting at the dark legacy of Western supremacy and colonialism. A violence that is so formless, obscure, and incremental that it is nearly impossible to capture in images. A violence whose effect is delayed and will be felt by generations to come.
La instalación es otra de las propuestas en la lucha contra el calentamiento global de TBA21, la Fundación que dirige Francesca Thyssen, hija de barón Hans Heinrich Thyssen-Bornemisza, que denuncia «la falta de acción de los políticos contra el cambio climático» y que es mundialmente conocida por ser mecenas de artistas que alertan sobre el uso desproporcionado de energías contaminantes y su repercusión en el cambio climático.
Id a verla. Os hará reflexionar.
Founded in 2002 by Francesca Thyssen-Bornemisza in Vienna, Thyssen-Bornemisza Art Contemporary (TBA21) represents the fourth generation of the Thyssen family’s commitment to the arts. TBA21 has the goal of disseminating multidisciplinary art projects that defy traditional categorization, including large-scale installations, sound compositions, performances, and contemporary architecture
Just go there and think about it.
Todo lo que llevo puesto es de BALENCIAGA
All I am wearing is from BALENCIAGA
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