Si eres un amante de la escultura esta exposición de la Sala Alcala 31 en Madrid NO te va a dejar indiferente.
Se trata de 27 figuras humanas en actitud hilarante del escultor Juan Muñoz, uno de nuestros artistas contemporáneos más internacionales que, fatalidades del destino, murió de forma prematura en 2001 dejándonos un impresionante legado poco visto en nuestro país
Juan Muñoz fue un contador de historias, un mago ilusionista, un poeta del espacio. Este artista madrileño renovó la escultura contemporánea, rompiendo los conceptos tradicionales de la disciplina, que abordó alejándose de las modas y ataduras de la época.
Supo como nadie explorar los diferentes géneros artísticos, que fluían de manera transversal en sus piezas. Así, creó un imaginario propio que plasmó en obras donde figuras, sonidos,arquitectura y literatura se unen para crear magníficas instalaciones.
Este año Juan Muñoz habría cumplido 70 años, por eso esta exposición que lo homenajea lleva el revelador título de "Todo lo que veo me sobrevivirá"
If you love modern sculpture, this exhibition at Sala Alcala 31 in Madrid will not leave you unmoved.
There are 27 human figures in a hilarious attitude of the sculptor Juan Muñoz, one of the most international Spanish contemporary artists who, by fate, died prematurely in 2001, leaving us an impressive legacy rarely seen in our country.
Juan Muñoz was a storyteller, an illusionist magician, a poet of space. This artist from Madrid renewed contemporary sculpture, breaking with the traditional concepts of the discipline, which he approached by distancing himself from the fashions and ties of the time.
Like no one else, he knew how to explore the different artistic genres, which flowed transversally in his pieces. Thus, he created his own imaginary that he captured in works where figures, sounds, architecture and literature come together to create magnificent installations.
This year Juan Muñoz would have turned 70 years old, that is why this exhibition that pays tribute to him has the revealing title "Everything I see will survive me".
Como podéis comprobar, la Sala Alcalá 31 se alza como un gran teatro barroco convirtiéndose en el escenario perfecto para mostrar el trabajo del artista. Su diafanidad, su doble altura y sus múltiples puntos de vista acogen las complejas y monumentales piezas de su etapa final. Un espacio que permite al visitante sumergirse de lleno en cada una de las historias que solo Juan Muñoz era capaz de narrar.
Sus singulares esculturas inundan el espacio, situadas como fuera de lugar, invitando al espectador a preguntarse qué ha pasado allí. Personajes introspectivos donde reflejo y realidad o equilibrio e inestabilidad consiguen intrigar e inquietar al espectador.
As you can see, the Sala Alcalá 31 rises like a great baroque theater becoming the perfect setting to show the artist's work. It has a diaphanous, double height and multiple points of view to host the complex and monumental pieces of his final stage. A space that allows visitors to fully immerse themselves in each of the stories that only Juan Muñoz was able to narrate.
His unique sculptures flood the space, placed as if out of place, inviting the viewer to wonder what happened there. Introspective characters where reflection and reality or balance and instability manage to intrigue and disturb the viewer.
Y así, siguiendo la arquitectura original de la sala que realizó Antonio Palacios y que recupera el ventanal del fondo, la obra de Juan Muñoz nos atrapa por completo, adentrándonos en una gran ficción llena de trucos e ilusiones. Barcos suspendidos, tambores mudos o balcones sobre la pared muestran una doble ausencia que no deja respiro al espectador, sorprendiéndolo constantemente.
El artista comentó en una ocasión “me gusta la posibilidad que tiene la escultura de ser una gran emoción, de construir, como los poetas y los músicos, un lenguaje de emociones”. Y así la concibió siempre, como una herramienta para transmitir sensaciones que atrapan espectador, que lo obligan a observar con más detalle, a descubrir algo que le genera cierto desasosiego y, a la vez, una curiosidad que hace que quiera desvelar el enigma de lo que está viendo.
Following the original architecture of the room designed by Antonio Palacios and recovering the window at the back, Juan Muñoz's work completely traps us, taking us into a great fiction full of tricks and illusions. The suspended boats, silent drums or balconies on the wall demonstrate a double absence that leaves no respite for the viewer, constantly surprising him.
The artist once commented "I like the possibility that sculpture allows to be a great emotion, to build, like poets and musicians, a language of emotions". And that is how he always conceived it, as a tool to transmit sensations that trap the spectator, that force him to observe in more detail, to discover something that generates a certain uneasiness and, at the same time, a curiosity that makes him want to unveil the enigma of what he is seeing.
Con una carrera meteórica pero lamentablemente corta, Juan Muñoz se dedicó primero a comisariar exposiciones y a escribir críticas de arte. De ahí que, aunque tardía, su obra sea excepcional y madura y su trabajo respire, desde muy pronto, un lenguaje propio que le valió el reconocimiento internacional.
Considerado uno de los artistas europeos más importantes de la segunda mitad del siglo XX, fue el primer y único español (y el segundo internacional) en exponer en la Sala de Turbinas de la Tate Modern. Esta fue su última gran historia y su obra cumbre. Porque el escultor falleció con tan solo 48 años.
No os perdáis la exposición. Estará hasta el 11 de junio en la Sala Alcalá 31 de Madrid.
With a fast-paced but unfortunately short career, Juan Muñoz first dedicated himself to curating exhibitions and writing art reviews. That is why, despite being a late bloomer, his work is exceptional and mature and breathes, since very early on, a language of his own that earned him international recognition.
Considered one of the most important European artists of the second half of the 20th century, he was the first and only Spanish (and the second international) to exhibit in the Turbine Hall of the Tate Modern. This was his last great story and his crowning work. Because the sculptor died when he was only 48 years old.
Do not miss the exhibition. Running until June 11 at the Sala Alcalá 31 in Madrid.
Llevo puesta una camisa de MANGO, pantalones de COS y zapatos de BOSS
I am wearing a shirt from MANGO, pants from COS and shoes by BOSS
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