Cuando bajé a los andenes de la antigua estación de metro de Chamberí sentí como si estuviera en un capítulo de la serie “El Ministerio del Tiempo”, en un lugar donde todo parece haberse detenido hace más de 50 años y con esa atracción especial que tienen los sitios que han permanecido abandonados y olvidados durante décadas.
Yo conocía la existencia de esta estación ( de hecho siempre que el tren pasaba sin parar por la estación pegaba los morros a la ventana para ver si conseguía ver algo) pero nunca la pude ver porque la clausuraron de un día para otro en 1966 dejando en su interior absolutamente todo. Tapiaron los accesos del exterior pero el interior lo dejaron tal cual.
La estación ( con multitud de mitos y leyendas) fue deteriorandose poco a poco hasta que en 2008 la reabrieron ya en forma de museo.
Travellers on the Madrid Metro’s line 1 (the “blue” line) have probably noticed an old station flashing through the train car’s windows for a few seconds between the Bilbao and Iglesia stops. This is the now-disused Estación de Chamberí, and its history provides an instructive glimpse at the history of the Madrid Metro itself.
One of eight stations on the Metro’s first line, the Chamberí station linked the nascent system to the Plaza de Chamberí above. Opened in 1919, this inaugural version of the Metro ran for four kilometers, from Cuarto Caminos to Puerta del Sol. However, this modest start would quickly become a popular and vital part of the urban landscape, expanding rapidly over the following decades to become one of the longest and most comprehensive metro systems in the world.
La estación de Chamberí estuvo en funcionamiento 47 años, hasta 1966 cuando los andenes de la línea 1 se ampliaron de 60 a 90 metros, entonces su situación en curva y cercanía con la estación de Iglesia hizo que la cerraran, siendo la única en toda la historia de Metro de Madrid que ha sido clausurada. A día de hoy los trenes que circulan entre Bilbao e Iglesia continúan atravesando esta estación, pero sin detenerse, razón por la que se la comenzó a llamar “la estación fantasma“. Durante la visita verás como pasan los trenes llenos de viajeros, y sientes como este lugar se ha quedado anclado en el pasado.
As part of this progressive expansion, the trains on line 1 were lengthened in the 1960s. This meant the end for Chamberí; built on a curve, and close to both Bilboa and Iglesia, lengthened the station’s platform proved both pointless and basically impossible. Chamberí was closed on May 22, 1966. The rails, however, were not moved, nor the trains rerouted, so it served for decades thereafter as the mystery station glimpsed by passengers on trains merely passing through.
Es una suerte poder verlo conservado tal y como era entonces: la caseta de los trabajadores, la máquina expendedora de billetes, los tornos, letreros informativos, señales y anuncios publicitarios en los azulejos, éstos últimos son auténticas reliquias.
La estación es obra del arquitecto Antonio Palacios, el que fue encargado de diseñar los interiores de las primeras estaciones de Metro, y también responsable de importantes edificios de la capital como el Palacio de Cibeles. El billete sencillo de la época costaba 10 céntimos de peseta, lo que equivaldría a… ¡0,001 euros!.
The rails and overhead electric lines continued to be maintained, but the rest of the station fell into dilapidation and disrepair. It remained, however, a sealed example of the transit systems origins, and thus rehabilitation efforts began in 2006 to transform Estación de Chamberí into a museum chronicling the history of the Madrid Metro. Opened in 2008, the museum — called Andén 0, or “Platform Zero” — features a fully restored Chamberí, complete with old ticket offices, turnstiles, maps, and a film about the building of the Metro.
Y como buena estación fantasma, la de Chamberí está llena de leyendas. Mi favorita es la de la niña huérfana y cuenta que allá por los años 50, un cura y una monja mantenían un romance y fueron descubiertos por una niña huérfana que vivía en el colegio de la monja. Para que su historia no saliera a la luz, en una excursión escolar, arrojaron a la niña al tren. La niña maldijo la estación de Chamberí y se aparece cuando se acerca el aniversario de su muerte. La fecha de la muerte de la niña no se ha dado a conocer. ¡Qué miedo!
The main attraction, however, is found in the beautifully reconstructed original ads lining the walls of the platform, composed of tiny, brilliantly-colored tiles just as they were in 1919. Just don’t be startled by the trains that still rumble through this abandoned-station-turned-museum, separated from the exhibit area only by a clear glass barrier.
It is located on the Plaza de Chamberí, a short walk from either the Bilbao or Iglesia stop on the Metro's line 1. The visit is free, but make sure to get there early, as a there is usually a long line of visitors due to the "one person out, one person in" policy.
LO QUE LLEVO PUESTO ES DE BENETTON
ALL I AM WEARING IS BENETTON
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