CUANDO EL TAMAÑO NO IMPORTA, ASÍ ES EL MINIPISO DE 36m² QUE ARRASA EN REDES
- The Trendy Man
- 28 mar
- 4 Min. de lectura

En el norte de Varsovia, hay un barrio llamado Żoliborz que es pura vibra: mezcla casitas vintage, zonas verdes y edificios modernos. Justo ahí, en uno de esos bloques nuevos, se esconde un departamento tan pequeño como increíble (¡solo 36m²!). Pero ojo, no te dejes engañar por el tamaño: cada rincón de este lugar tiene personalidad y hasta da clases de cómo aprovechar el espacio.
El diseñador Marcin Czopek, creador del estudio Mistovia, lo resume así: "Aquí lo bonito y lo práctico son mejores amigos". ¿Cómo lo lograron? Reventando la distribución original: juntaron cocina y sala para crear un espacio más amplio y funcional, ¡hasta con un rinconcito de lectura junto a la ventana! ¿El truco? Alargaron el alféizar y lo cubrieron con unos azulejos italianos (colección Shards de Fondovalle) que imitan el terrazo y le dan un toque instagrameable. Y aunque el dormitorio es mini, ¡tiene un baño con bañera!
Cuando el tamaño no importa, así es el minipiso de 36m² que arrasa en redes.
In Warsaw’s northern Żoliborz neighborhood, you’ll find a mix of vintage villas, green spaces, and modern apartment blocks. Tucked into one of those new buildings is a super-tiny but seriously cool36 m² apartment that proves size doesn’t matter. Every corner here oozes personality and serves as a lesson in maximizing space.
Designer Marcin Czopek from Mistovia Studio puts it best: “Here, beauty and practicality are BFFs.”How’d they pull it off? By hacking the original layout: merging the kitchen and living room into a spacious, multi-functional zone (complete with a cozy reading nook by the window!). The magic touch? Extending the windowsill into a ledge and covering it with Italian tiles (Fondovalle’s Shardscollection) that mimic terrazzo—perfect for your Instagram feed. And even though the bedroom’s tiny, it packs a bathroom with a full tub!




🌀 Formas que abrazan: el secreto para no sentir el apretónPara que el departamento no parezca una caja de zapatos, Mistovia le metió curvas. Literal. Suavizaron las paredes del dormitorio con formas orgánicas y en la entrada hicieron un bloque de armarios empotrados (¡del piso al techo!) que se conectan con la cocina. ¿Resultado? Más almacenaje sin perder estilo y electrodomésticos camuflados (adiós, lavadora fea).
Pero las curvas no solo son prácticas: también son la decoración. Mira el arco entre el dormitorio y la sala, coronado por una cortina gruesa y elegante. O el espejo customizado del comedor, el cabecero de la cama en azul índigo y las lámparas Flowerpot de Verner Panton (¡esas son leyenda!). Hasta el baño juega con formas: un lavabo ovalado de la marca polaca Omnires, en azul eléctrico que pelea (y gana) contra grifería fucsia y paredes rosas pastel.
🌀 Curves for Days: The Secret to Making Small Spaces Feel Snug (Not Squished)To avoid that “shoebox” vibe, Mistovia went all-in on curves. They softened the bedroom walls with organic shapes and built floor-to-ceiling cabinets in the entryway that blend into the kitchen. Result? More storage, zero clutter, and appliances like the washer stay incognito.
But curves aren’t just practical—they’re the decor. Check out the arched doorway between the bedroom and living room, dressed up with a lush curtain. Or the custom dining room mirror, the indigo-blue bed headboard, and the iconic Verner Panton Flowerpot lamps (total design classics!). Even the bathroom plays the curve game: a bold blue oval sink (by Poland’s Omnires) pops against hot pink faucets and soft pink walls.





🎨 La paleta de colores: la cereza del pastel La cocina es el mejor ejemplo de cómo combinar tonos sin morir en el intento: azulejos cuadrados de la italiana 41zero42 sobre la encimera, muebles en azul y amarillo pastel (hechos con tableros lacados) y sillas de diseños mezclados (unas de Hay, otras del estudio polaco Salak). Todo sobre un piso de microcemento claro que ilumina hasta el último rincón.
Pero el detalle que rompe: una línea roja finita que recorre la parte alta de las paredes en todas las habitaciones. Le da un toque de cohesión y alegría sin pasarse. Y aunque suene a mucho, el resultado es un espacio fresco, divertido y con esa magia de "aquí no se desperdició ni un centímetro".
Moraleja: Con diseño inteligente, hasta un espacio mini puede ser la envidia del vecindario. 😉
🎨 Color Palette Goals: The Icing on the CakeThe kitchen is a masterclass in color combos: Italian 41zero42 square tiles above the counter, pastel blue and yellow lacquered cabinets, and mismatched chairs (some by Danish brand Hay, others by Poland’s Salak Studio). All sitting on light micro-cement floors that keep the space bright and airy.
But the mic drop detail? A thin red line running along the top of every wall. It ties the rooms together and adds a playful wink without going overboard. The final vibe? A cheerful, detail-packed space that screams “we used every inch wisely.”
Takeaway: With smart design, even the tiniest apartment can outshine the rest. 😉

Comments