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CAMISAS BLANCAS ¿CUÁNTAS NECESITAMOS DE VERDAD?



Nos han repetido una y otra vez que la camisa blanca es un imprescindible del armario masculino. Es verdad, hay que tener una camisa blanca. Pero, ¿por qué? La camisa viene de lejos, ya la usaban los griegos pero aquella camisa del siglo V a. C. no es como la de ahora,era más bien como una camiseta (se metía por la cabeza y no tenía botones) que fue evolucionando a lo largo de la historia hasta que en el siglo XII se inventaron los botones y se incluyeron.

Más tarde llegarían los cuellos de quita y pon, lo que democratizó la prenda que hasta ese momento se reservaba a las clases acomodadas. No todo el mundo podía permitirse un par de camisas y llevar una mientras lavaba la otra. Sin embargo, con la aparición del cuello desmontable, lo único que se necesitaba para “renovar la camisa” eran un par de cuellos –la parte que se veía.

La camisa, tal y como la conocemos hoy en día, se registró por primera vez a finales del siglo XIX, y esa es la que todo el mundo te insiste que tienes que tener. Pero, ¿cuántas debo tener? ¿Una? ¿Dos? ¿Infinitas porque nunca son suficientes? ¿Cuál compro? Hay infinidad de fits, de tipos de cuello, de puños, algunas lisas, otras bordadas con iniciales. ¿Cuál es la camisa blanca que hay que tener?

 

We have been told over and over again that a white shirt is a must-have in men's closet. It's true, you have to have a white shirt. But why? White shirt comes from far away, it was already used by the Greeks but that shirt from the 5th century B.C. is not like the one we have today, it was more like a T-shirt (it was tucked in through the head and had no buttons) that evolved throughout history until the 12th century when buttons were invented and incorporated.

Later on, collars were introduced, which made the garment more democratic, something that up to that moment was reserved for the wealthy classes.

Not everyone could afford a pair of shirts and wear one while washing the other. However, with the appearance of the removable collar, the only thing needed to "renew the shirt" was a pair of collars - the part that was visible.

Shirts, as we know them today, were first recorded in the late 19th century, and that's the one everyone insists you have to have. But how many should I have? One? Two? Infinite because they are never enough? Which one do I buy? There are an infinity of fits, of types of collars, of cuffs, some plain, others embroidered with initials. Which is the white shirt that you must have?


El truco está en probar muchas y valorar cómo te sientan. Existen varios tipos de cortes, desde el slim fit hasta el straight fit, y cada uno está preparado para cumplir una función diferente y sacar la mejor vesrsión de nosotros mismos.

Después está el cuello. Los más comunes son el inglés y el italiano para las camisas de vestir –en el caso de España se añade el cutaway– y los button down para las de sport. Los primeros los reconocerás y diferenciarás por el hueco que dejan para el nudo de la corbata: el inglés tiene las puntas juntas y la ventana que deja es estrecha, para un nudo bien ceñido. En cambio, las puntas del italiano están más separadas y permite nudos de corbata más amplios. La elección depende de ti y tus gustos.

 

Try many of them and assess how they feel to you. You can try many different types of cuts, from slim fit to straight fit, and each one is prepared to fulfill a different function and bring out the best in you.

Finally, the collar. The most common are the English and Italian for dress shirts -in the case of Spain the cutaway is added- and the button down for sport shirts. You will recognize the first ones by the hole they leave for the tie knot: the English one has the ends together and the window it leaves is narrow, for a tight knot. On the other hand, the Italian's ends are further apart and allow for wider tie knots. The choice depends on you and your tastes.



Una vez elegido el corte y el cuello, ¿cuántas necesitamos como mínimo? Diferenciaremos entre las de vestir y las de sport, que son aprecidas pero no son iguales. Las de vestir no llevan botón en el cuello y la trama del tejido es más fina. Añade dos de estas a tu lista de la compra para combinar con trajes y eventos formales.


Por otro lado, llamamos camisas sport a las que están confeccionadas en tejido Oxford –ese material granulado de algodón y más grueso que el de las de vestir– e incluyen botones para sujetar las puntas cuello. Añade otras dos a la lista, para tener de repuesto. Las puedes llevar con vaqueros, chinos, pantalones sastre, con zapatos, zapatillas, jerséis... Te las puedes poner absolutamente con todo y te sacarán de cualquier apuro cuando no sepas qué ponerte, excepto con el traje de chaqueta. Aunque en EE.UU. es muy común ver las button down shirts con traje –porque estas camisas se inventaron allí–, según las reglas de vestimenta europeas esta camisa es demasiado informal para llevar en ocasiones más vestidas.

 

Once the cut and neck have been chosen, how many do we need anyway? We will differentiate between dress and sport, which are similar but not the same. The dress ones do not have a button on the neck and the weave is thinner. Add two of this to your shopping list to combine with suits and formal events.


On the other hand, we call sport shirts the ones made of Oxford fabric -that cotton granulated material and thicker than the dress ones- and include buttons to hold the ends of the collar. Add another two to the list, to have as a spare. You can wear them with jeans, chinos, tailored pants, with shoes, slippers, sweaters... You can wear them with absolutely everything and they will get you out of any trouble when you don't know what to wear, except with the jacket suit. Although in the US it is very common to see button down shirts with a suit -because they were invented there-, according to European dress rules this shirt is too casual to wear on more dressed occasions.



Si tenemos en cuenta las posibilidades que nos da una camisa blanca, a la hora de comprarla deberíamos apostar y elegir la mejor posible. Sin duda, será una inversión rentable y, además, la calidad se nota tanto en los acabados como en el propio cuerpo de la prenda. Merece la pena elegir la que mejor nos sienta, ¿verdad?

Por otro lado, ese blanco que tan bien nos queda, corre también cierto peligro constante. Cualquier roce puede deslucirlo y mancharlo, así que habrá que tener cierto cuidado y, si es posible, tener un plan b a mano para dar esa imagen elegante e impoluta que se pretende.

En cualquier caso y, aunque como hemos visto que una camisa blanca es un verdadero comodín, abusar de su uso también denota cierta falta de creatividad. Es un recurso fácil, pero no debemos dejarnos deslumbrar por sus ventajas permanentemente.

 

If we consider the possibilities that white shirts gives us, one should bet and choose the best possible one when buying it. Without a doubt, it will be a cost-effective investment and, in addition, the quality is noted as much in the details as in the body of the garment itself. It is worth choosing the one that suits us best, right?

On the other hand, that white that fits so well, is also in constant danger. Any rubbing can tarnish it and stain it, so you have to be careful and, if possible, have a plan b in hand to give that elegant and unpolluted image you want.

In any case, and although we have seen that a white shirt is a real joker, abusing it also denotes a certain lack of creativity. It is an easy resource, but we should not let ourselves be dazzled by its advantages permanently.



Entonces, ¿cuántas camisas blancas necesitamos? Dos de vestir y dos de sport como mínimo. El punto exacto entre cuatro e infinitas ya depende de ti, porque una camisa blanca nunca está de más en un armario.

 

So, how many white shirts do we need? Two dress shirts and two sport shirts at least. The exact point between four and infinite already depends on you, because a white shirt is never too much in a closet.



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Blog de tendencias, moda y lifestyle masculino escrito por el periodista, blogger e influencer Miguel Biedma

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